Implantar un servidor de correo ¿es posible?

Cuando el número de usuarios crece, la variedad en necesidades también. Y muchas veces, como administradores, nos tropezamos con la solidez de las costumbres. Los proveedores de servicios, como los de correo, suelen ofrecernos nuevos servicios precisamente cuando las costumbres o nuevos usos los demandan.

Un redireccionamiento doble, copias de ciertos emails para archivar, filtros especiales, encaminamiento de fax a email, son algunas de las necesidades de correo que la dirección puede "exigir" al departamento de informática, en esos momentos de inspiración a que nos acostumbran. No suelen ser cosas que nuestros proveedores tengan entre sus ofertas, y lo que resulta ya imposible es conseguir varios de esos servicios en el mismo proveedor. Esto nos lleva en ocasiones a plantearnos la aventura de implantar un servicio de correo en alguna de las máquinas que nos rodean. 

En realidad es menos difícil de lo que aparenta. Es imprescindible conocer el mecanismo del servicio de correo, por otra parte uno de los más estándares y con menos cambios de los de tcp/ip; conviene además ser muy prudente en la migración de métodos para evitar daños a los usuarios, que en el caso del email suelen ser catástrofes: ten en cuenta que el correo es el servicio más usado de los de internet (más que la web); piensa lo que puede ocurrir si tu entidad pierde los correos de cuatro horas de una jornada cualquiera (no cuatro horas sin servicio de email, no es lo mismo).

Con esto en cuenta, el resto no se diferencia mucho de cualquier otra implantación: selección del software adecuado, hay varios y funcionan muy bien (en Linux claro), preparación de un entorno de simulación, elegir unos cuantos primos (que diga colegas) para redireccionar su correo (siempre nos ayudan los mismos; no tienen por qué ser de la empresa) y probar unos cuantos días, irán apareciendo problemas, la mayoría configuraciones que no conocíamos (el spam es un problema muy típico), fáciles de resolver con la documentación adecuada. Cuando todo marche a nuestro gusto, estamos preparados para dar el salto. No suelen ser necesidades urgentes, así que no hay prisa, podemos hacerlo despacito y bien.

Hasta aquí la base, la explicación de la idea. En un próximo artículo trataré de resumir la teoria de pop3, smtp e imap, los principales protocolos implicados en el servicio de email, para así conocer la teoría suficiente como para poner en práctica tamaña azaña (alaaaa)

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